Nuestro servicio técnico tiene el propósito de hacer
Reparación de fusores
Ajuste de laser
Cambios de fundas térmicas
Cambios de rodillos de presión
Cambios de pickup de recogida del papel
Cambios de kit ADF
Reparación de carcasas
Mantenimiento de correas de arrastre Brother color
Mantenimiento del deposito residual Brother color
Mantenimiento de unidades de imagen
Nuestro servicio técnico ha desarrollado y optimizado un proceso de reparación de impresoras. En primer lugar le enviamos un presupuesto detallado con precio cerrado en el cual está incluido todo: piezas y mano de obra, llegando la impresora a nuestro laboratorio se desmonta por completo y se limpia, de esta forma se elimina toda suciedad que pueda generar posibles averías. Se reparan todos los daños y se sustituyen todas las piezas defectuosas que tenga la impresora, también se le realiza un mantenimiento preventivo a la impresora. Sustituimos el kit de mantenimiento para que la impresora pueda seguir funcionando perfectamente durante un largo periodo de tiempo. La impresora queda como nueva, todos los servicios y productos se encuentran garantizados.
Cómo saber si el fusor está dañado
El fusor es la pieza que en una impresora láser se encarga de fijar el polvo de tóner en el papel mediante la aplicación de calor a través de los rodillos. La duración en óptimas condiciones del fusor de nuestra impresora dependerá del uso que le demos a la misma. Por norma general, su vida estimada suele estar entre las 50.000 y las 200.000 copias, dependiendo del modelo de impresora y del trato que reciba. Pero, ¿cómo podemos saber si el fusor está dañado?
Daños más comunes del fusor
Las averías más comunes en los fusores son por el desgaste, haciendo que algunos de los dos rodillos de calentamiento o presión se rompan. Algunas de las causas que pueden dañar el fusor son las siguientes:
La propia vida útil de cada fusor. Cada impresora cuenta con un número recomendado de copias mensuales para que el ciclo de vida útil sea el correcto.
Utilizar papel de baja calidad, ya que la presión y el calor que emite el fusor sobre el papel se ve afectada. También influye negativamente la reutilización de hojas ya impresas.
El entorno en el que se encuentre la impresora. Si la impresora está situada en un ambiente húmedo o con polvo puede dañarse si, por ejemplo, el polvo se introduce en el fusor.
La fuente de alimentación de la impresora. El fusor es una pieza que requiere de mucha energía y puede verse afectado tanto por los bajones como por las subidas de tensión.
La calidad de los tóner. Si se opta por cartuchos alternativos, se debe tener en cuenta que sean de alta calidad para evitar fugas y, en el caso de ser remanufacturados, que se haya cambiado el rodillo de impresión
Cómo saber si el fusor está dañado
Cambiar el fusor de una impresora Existen varias alternativas a la hora de tener que cambiar el fusor de una impresora láser: Las letras, gráficos o dibujos de la impresión no se han fijado bien al papel.
El papel sale arrugado. Al contar con dos rodillos de presión, el folio queda marcado por la zona donde está dañado el fusor.
El arrastre de polvo de tóner por la hoja. Si los rodillos están en mal estado, el tóner que está esperando ser fijado al papel es arrastrado.
El papel sale manchado con varias motas. Esto se debe a que los rodillos del fusor cuentan con residuos de polvo de tóner. Por ello, es conveniente limpiar las impresoras láser cada vez que se agota un cartucho para garantizar la calidad de las impresiones.
Cambiar el fusor de una impresora
Existen varias alternativas a la hora de tener que cambiar el fusor de una impresora láser:
Comprar un fusor nuevo
Comprar un fusor remanufacturado (ahorrando hasta un 50%)
Reparar el fusor